viernes, 9 de abril de 2010

Historia redonda en noche de insomnio

Muy lejos me encuentro de igualar el talento de mis profes o del Sr. Argentino, pero hoy noche sin poder conciliar el sueño en unas notitas de papel reciclado se concibió... la imagen de una mujer jóven en la recepción de un motel de pasó; ésta trae meciendo a un niño de brazos que no para de llorar, la mujer rodeada de duplicados de llaves, un poco desesperada lo arrulla sin poder calmarlo; en una habitación contigua, bajo las sabanas un hombre intenta ponerse para el encuentro amoroso, objetivo que no logra debido a la distracción que suena en el exterior. Horas más tarde su acompañante, muy frustrada y molesta llega sola a su pequeño departamento, se detiene ante la imagen de San Ignacio de Loyola, le da una mirada de resentimiento y se sigue de largo sin encender la habitual veladora que tiene sobre el altar. San Ignacio deja de hacer milagros, incluso se retracta de los últimos que había realizado, por lo que un hombre que recien había conseguido trabajo, gracias a un milagro, lo pierde nuevamente ante la competencia de un joven carpintero sin experiencia quien ocupa su puesto en la fábrica.
El joven carpintero sin experiencia, compra madera apolillada para hacer una sillas de encargo. La silla apolillada no aguanta el peso de la gorda profesora de primaria quien cae al suelo, se rompe la cadera y deja a Mario sin varias semanas de clase. Mario se queda jugando videojuegos con el volumen muy alto, por lo que no escucha el timbre del teléfono; es Soraya quién llama para preguntar si la hermana de Mario puede cuidar al pequeño Osvaldo. Sin respuesta, Soraya se tendrá que llevar una noche más a Osvaldo al mostrador del motel Brisas.

Dedicado a los impros: A.Domíguez, A.Serrano, K.Sánchez, V.Zamora, A.Galdamez, M.Madrigal, S.Jiménez, M.Gramajo.

3 comentarios:

Ashanty dijo...

Ese tipo de historias me encanta, porque es jústamente como actúa la vida, causas y efectos que un día hiciéron que nos conocieramos, o que estudiáramos impro. El destino que acomoda rompecabezas a su capricho.

Me gustó, me gustó. :)

Maury McFly dijo...

A mi también me gustan las cadenas de consecuenias. Me recuerdan mucho la escena de Benjamin Buttons.

Gracias por la dedicatoria. :)

Forsythe Pendleton Jones III dijo...

Muy buen post Momo! Sí creo que algunas historias van enlazadas, te habrás preguntado cómo fue que te cruzaste en la vida de los que aquí comentamos? Son esas coincidencias de estar en el lugar y el tiempo correctos, para que todo tenga forma. ;)